11. El valor de la empresa
Las empresas tienen un valor. Un valor que, de forma material, medimos en las ganancias.... o en las pérdidas. Cuando hay pérdidas se reduce el capital contable y las pérdidas de activos. Pero esto no siempre es necesariamente así. En tiempos recientes las startups tienen pérdidas operativas, pero su capital contable y sus activos aumentan porque los inversores confían, y reconocen, activos intangibles.
Y es que una empresa no solo son sus bienes. Hay otros activos más difíciles de cuantificar y que no aparecen en los estados contables. Están influidos por la cultura empresarial, el equipo, la gobernanza de la empresa y del valor de la marca.
El valor de la marca no puede medirse; tiene que ver con las expectativas que genera la empresa y la percepción de los usuarios sobre sus productos. Sin embargo, el valor de marca puede ser positivo, o negativo.
Aunque no se puede medir, el valor de la marca repercute en aspectos fundamentales de las cuentas:
- El valor de marca incide en los márgenes: puede vender a mayor precio.
- El valor de marca incide también en las ventas: Las posibilidades de ventas futuras son mayores.
- El valor de marca, finalmente, incide también en la retención: los consumidores demandan el producto y generan lealtad.
Busca ejemplos de grandes marcas. Fíjate, por ejemplo, en Apple. Vende a mayor precio de la competencia por la percepción de calidad. Sus previsiones de venta futura son mayores, y generan una lealtad a la marca en sus consumidores que influirá en las ventas futuras.
Una sólida estructura de empresa, un equipo, sana cultura empresarial y una buena gobernanza son activos intangibles de alto valor. De acuerdo con Warren Buffet, “siempre es importante revisar dichos factores para saber el valor potencial y la generación futura de dicha empresa”.